Aunque la cercana Amazonía y el Bosque Atlántico a menudo atraen la atención de la conservación, podría decirse que el Cerrado es igual de importante en términos de su biodiversidad y servicios de agua y carbono.

Con una estación seca pronunciada, el Cerrado es compatible con una variedad única de especies de plantas adaptadas a la sequía y al fuego. Grandes mamíferos como el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga tridactyla) y lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) también se encuentran aquí.

Las poblaciones humanas tanto dentro como fuera de los límites del Cerrado dependen de la región. Sus recursos de biodiversidad sustentan los medios de subsistencia de millones de agricultores familiares, comunidades tradicionales y pueblos indígenas que viven aquí.

Los servicios ecosistémicos proporcionados por el hotspot tienen un alcance aún mayor: el Cerrado es uno de los productores de ganado y productos agrícolas más grandes del mundo, y representa el 30 por ciento del producto interno bruto de Brasil. También proporciona agua para uso humano y agrícola a gran parte del sur de Brasil a través del flujo superficial, la recarga de aguas subterráneas y los flujos atmosféricos de vapor de agua. Además, grandes cantidades de carbono se almacenan en los bosques del Cerrado.