Trabajar en estrecha colaboración con cada municipio de la región Menabe-Antinema de Madagascar, que fue declarada nueva área protegida en 2015 bajo la categoría VI de la UICN. Desarrollar ejercicios de planificación territorial participativa, incluidos los planes de zonificación, que estén alineados con el plan de manejo del área protegida. Apoyar a los agricultores locales para que adopten producciones agrícolas más intensivas (p. ej., maní, maíz) para aumentar los ingresos y reducir la necesidad de nuevas tierras. Acercarse a los actores del sector privado en la región para establecer acuerdos voluntarios para adoptar prácticas amigables con la biodiversidad y apoyar el desarrollo económico local.